En nuestro post de hoy queremos asomarnos desde esta ventana de Conil Apartamentos a esas playas que dan sentido y seña de identidad a la Costa de Luz y por las que, a pesar de la explosión urbanística y del crecimiento del turismo de sol y playa en Andalucía de las últimas décadas, parece que no ha pasado el tiempo porque conservan ese valor de paraíso natural.
Desde las Calas de Roche y la del Aceite, pasando por el Puntalejo, la Fuente del Gallo, el Roqueo, La Fontanilla, El Chorrillo, Los Bateles, y hasta llegar a El Palmar, Conil agasaja tanto a sus habitantes como a sus visitantes con kilómetros y kilómetros de playas de fina arena blanca, y aguas cristalinas normalmente sin olas demasiado fuertes ni corrientes peligrosas. Pero más allá de los nombres o de su ubicación geográfica, de sus alojamientos o apartamentos, las playas de Conil tienen un encanto especial y esto las hace famosas dentro y fuera de España.
Si tuviera que describirlas en una sola palabra diría “libertad” y si las definiera con un color elegiría el “naranja” de sus puestas de sol. Las playas de Conil invitan a pasear, a leer un libro, a echar unas palas, y por supuesto a tomar el sol con la naturalidad de hacer topless, ir en bañador, en biquini o con un chándal en pleno mes de enero.
Tanto las zonas más familiares como las más vírgenes donde está permitido el nudismo, estas playas están bañadas además por las aguas claras del Océano Atlántico en las que es habitual ver pequeños peces junto a la orilla y en las que su agradable temperatura nos anima a darnos un baño incluso cuando ya está cayendo la tarde.
Un tesoro de tierra y sal que nos ha regalado la naturaleza y del que puedes disfrutar tú también en cualquier época del año.